Hay más tarjetas en las tiendas, pero los precios siguen siendo una locura.
Desde hace casi dos años, la situación es extremadamente tensa en el mercado de las tarjetas gráficas, más que en cualquier otro sector de la microinformática. Durante muchos meses fue estrictamente imposible encontrar algún producto en los comercios a menos que te suscribieras a servicios que te informaran en tiempo real de la entrega de algunas piezas. Había que estar perfectamente preparado y aprovechar la oportunidad porque, en cuestión de minutos, las tarjetas raras encontraban quien las comprara.
Si las estanterías de las distintas tiendas del grupo LDLC sirven de referencia, las cosas parecen mejorar un poco. El sitio web Cowcotland ha observado que hay más referencias marcadas como "en stock" en TopAchat, por ejemplo. Lo mismo ocurre en la propia LDLC y en la otra filial, Materiel.net. Mejor aún, la vuelta al stock de tarjetas gráficas parece afectar a todas las gamas -desde los modelos menos potentes hasta los más- y a todos los fabricantes, tanto AMD como NVIDIA.
Sin embargo, no debemos alegrarnos demasiado porque 1/ no sabemos si se trata de un parón temporal y, sobre todo, 2/ no ha ido acompañado de ninguna bajada de precios. Hace sólo unos días, la página web 3DCenter -que recoge los precios en Alemania y Austria- señalaba un tímido descenso de los precios en las tres primeras semanas de enero. Desgraciadamente, en Francia todavía no se ha visto nada realmente comparable, y para comprar una modesta GeForce GTX 1660, todavía hay que pagar casi 500 euros, mientras que los modelos más caros cuestan bastante más de 2.000 euros. Esperemos que estos retornos a las existencias vayan pronto acompañados de precios más aceptables.
