Con el Snapdragon X Elite, Qualcomm pretende sacudir el mercado de portátiles con Windows... ¿y aún más?

Escrito por Guillaume
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Este artículo es una traducción automática

A pesar de algunos fallos en sus últimos productos, Qualcomm está muy orgullosa de su última creación, el Snapdragon X Elite.

En la Snapdragon Summit, Qualcomm invitó a gran parte de la prensa internacional a asistir en persona o a distancia, según la disponibilidad. Era una buena oportunidad para que la empresa estadounidense presentara por fin un producto en el que lleva trabajando muchos meses y que debería permitirle volver a la primera línea. Además, el Snapdragon X Elite -como se llama el producto en cuestión- podría tener consecuencias de gran alcance para el mundo de los portátiles y la informática en general.

Desde un punto de vista estrictamente técnico, el Snapdragon X Elite no presenta características revolucionarias. Como ocurre cada vez con más frecuencia, la bestia se basa en la arquitectura ARM de 64 bits. Para su CPU utiliza un Qualcomm Oryon, con 12 núcleos respaldados por 42 MB de memoria caché. Su velocidad de funcionamiento es de 3,8 GHz, con un boost capaz de alcanzar los 4,3 GHz en uno o dos núcleos como máximo. La parte de la GPU del Snapdragon X Elite utiliza una Qualcomm Adreno cuya potencia de cálculo es estimada por la marca americana en 4,6 TFLOPS FP32: eso significa que es más potente que el chip de una Xbox Serie S. Una NPU (unidad de procesamiento neuronal, es decir, un acelerador de inteligencia artificial) también está en el menú: es una Qualcomm Hexagon con 45 TOPs.

El Snapdragon X Elite también está respaldado por hasta 64 GB de LPDDR5X a 8533 MT/s, y puede ir acompañado de un módem Snapdragon X65 5G, WiFi 7, Bluetooth 5.4 y tecnologías modernas como la codificación AV1. Más importante que todas estas consideraciones técnicas, Qualcomm confía en el rendimiento de su procesador y no dudó en presentar una serie de diapositivas muy halagüeñas en el Snapdragon Summit. En particular, Cristiano Amon, consejero delegado de Qualcomm, hizo hincapié en el aumento de rendimiento que cabe esperar en comparación con sus principales competidores. Esto significa un mejor rendimiento que el M2 Max de Apple, o un rendimiento equivalente con un consumo de energía un 30% menor. En comparación con el Intel Core i9-13980HX, estamos hablando de un rendimiento equivalente con un 70% menos de consumo de energía.

Evidentemente, estas cifras deben confirmarse, ya que, por el momento, la información procede del actor principal, Qualcomm. Dicho esto, descubrir un nuevo actor en el mercado de los procesadores Windows es tanto más interesante cuanto que propone una nueva forma de ver las cosas: como decíamos, el Snapdragon X Elite se basa en una arquitectura ARM -como los M2 de Apple-, por lo que ya no se trata de los famosos procesadores x86 AMD/Intel con los que nuestros PC han convivido desde... prácticamente siempre. Una arquitectura que, sin hacer borrón y cuenta nueva, es muy prometedora y podría eliminar algunos de los obstáculos con los que se han encontrado las últimas generaciones de x86. ¿No se ha beneficiado considerablemente Apple de su paso a M1/M2 tras el abandono de los procesadores Intel? Es demasiado pronto para decirlo, pero sin duda es prometedor.

La cuestión del soporte de software es, obviamente, el otro gran interrogante. Un interrogante que, sin embargo, no debería durar mucho. Sabemos que Microsoft también quiere revitalizar Windows, ya sea en ordenadores de sobremesa, portátiles o en el mercado móvil, que siempre se ha resistido a los sistemas de Microsoft. No, por lo que respecta al software, hay muchas razones para creer que Microsoft dará todo su apoyo a estas iniciativas de ARM. La verdadera cuestión tiene más que ver con el proceso de fabricación: Qualcomm cuenta, en efecto, con el proceso de 4 nm de TSMC, pero la empresa taiwanesa ya está ampliamente ocupada por grandes clientes como Apple, AMD y NVIDIA. ¿Tendrá suficiente para soportar la (posible) fuerte demanda del Snapdragon X Elite? Por último, por supuesto, Qualcomm necesitará que el rendimiento de su bebé demuestre su valía, pero sobre todo necesitará que la competencia no pueda tomar represalias de aquí al lanzamiento real del bebé.

Si todo va bien para Qualcomm, el lanzamiento del Snapdragon X Elite está previsto para mediados del año que viene. Para entonces, Apple debería poder contar con el refuerzo de los chips M3, pero sobre todo el mundo Windows/x86 debería poder contar con el despliegue de los Meteor Lake de Intel (cuya salida está prevista para finales de 2023) e incluso de los StriX Point de AMD. En otras palabras, tanto en términos de procesadores como de software, el futuro de nuestras máquinas parece brillante.