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Cuando los minoristas idean promociones para vender sus existencias de tarjetas gráficas
Hace menos de 18 meses, parecía inconcebible que las tarjetas gráficas se amontonaran en los comercios.
Es una situación incongruente, por no decir otra cosa, mientras nos recuperamos de la escasez de tarjetas gráficas más grave que el pequeño mundo de la informática haya visto jamás. Mientras la pandemia de Covid-19 hace estragos, los dos principales actores del mercado de tarjetas gráficas para PC no supieron prever una demanda prodigiosamente alta impulsada por tres elementos cuyos efectos se han combinado para crear un cóctel detonante: un cambio masivo hacia el teletrabajo y la consiguiente necesidad de una máquina relativamente potente, la llegada al mercado de una generación RTX 3000 muy prometedora y la criptominería, en alza gracias a los precios notablemente altos de monedas como Ethereum.
El resultado fue inmediato y en tres meses -de septiembre a diciembre de 2020- pasamos de una situación normal a una escasez generalizada. Pocas semanas después, no había tarjetas gráficas disponibles en los comercios e incluso los modelos de gama más baja desaparecieron de las estanterías. Y lo que es peor, las pocas devoluciones que había en stock se hacían con ellas en cuestión de segundos, o en el mejor de los casos minutos, y los precios se disparaban hasta cotas indecentes: GeForce GTX 1660 a más de 400 euros o GeForce RTX 3080 a más de 2.000 euros, por poner solo dos ejemplos.
En algún momento supimos que las cosas se asentarían, pero era difícil predecir un aterrizaje tan duro. En primer lugar, la demanda de PC se redujo considerablemente, tanto si hablamos de máquinas de torre como de portátiles. En segundo lugar, la inflación se convirtió en un problema y, para muchos hogares, encontrar una nueva tarjeta gráfica o cambiar de portátil no era necesariamente lo más importante. Por último, es comprensible que los compradores que se arruinaron con un modelo RTX 3000 se lo estén pensando dos veces antes de invertir en una RTX 4000, independientemente de los precios actuales.
Dado que los niveles de producción no han sido necesariamente reevaluados de forma adecuada por AMD, Intel, NVIDIA y sus socios, parece que se pueden haber producido cantidades muy grandes de ciertas tarjetas gráficas... sin encontrar comprador. El mejor ejemplo son los modelos de Intel que, a pesar de una relación rendimiento/precio entre las mejores, no consiguen convencer a los jugadores. De hecho, en muchos minoristas, las existencias se acumulan y la llegada de nuevas referencias no hace más que empeorar las cosas. En este sentido, nos viene a la cabeza la última GeForce RTX 4070, que tampoco está convenciendo.
La situación parece especialmente crítica en Estados Unidos y Japón, donde dos ofertas poco habituales han despertado nuestra curiosidad. El minorista estadounidense MicroCenter lanza su promoción "compre una tarjeta (gráfica) y llévese otra tarjeta (de regalo) gratis ". La tarjeta gráfica que hay que comprar es una GeForce RTX 4000 -sea cual sea el modelo- y la tarjeta regalo es una tarjeta regalo de Steam por valor de 100 dólares: ¡es un buen descuento en la GeForce! Mejor aún, NTT-X en Japón ha optado por una venta "simultánea": por la compra de una NVIDIA GeForce RTX 4090, la tienda regala una Intel ARC A750, una tarjeta que normalmente cuesta unos 250-300 euros.