Asus y Gigabyte hacen oficial la compatibilidad con Ryzen 5000 de sus placas base con chipset A320

Escrito por Guillaume
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Este artículo es una traducción automática

Una simple actualización del BIOS de las placas base las hace compatibles con la última generación de procesadores AMD.

En estos tiempos de la COP26, la cuestión de la obsolescencia programada y, en general, la obsolescencia del hardware informático es cada vez más evidente. No estamos hablando de teléfonos inteligentes, tabletas u ordenadores portátiles, sino "simplemente" de nuestras máquinas llamadas "de escritorio", el PC básico. De hecho, hace sólo unos días, Intel presentó con orgullo una nueva gama de procesadores, Alder Lake, su 12ª generación de CPU. No hablaremos aquí del rendimiento de la bestia, sino de la necesidad de cambiar todo el entorno de hardware para poder utilizarlo: el soporte del procesador -un zócalo LGA1700- es nuevo, por lo que hay que cambiar la placa base y, en la mayoría de los casos, esto supondrá también cambiar la memoria RAM (para DDR5) y el sistema de ventilación del procesador, ya que el zócalo LGA1700 tiene unas dimensiones completamente diferentes a las de su predecesor, el LGA1200.

Ese es el problema. Este LGA1200 era a su vez un sustituto del LGA1151 y sólo tenía dos años de antigüedad. Sí, Intel ha presentado una nueva plataforma durante 2020 para introducir un medio que, por supuesto, seguirá produciendo durante unos meses más (¿años?) pero que ya es cosa del pasado, sustituido en su organigrama. Ya no se puede hablar realmente de desarrollo sostenible o de progreso científico razonado con este tipo de comportamiento.

Sin hablar de un dechado de virtudes, es evidente que AMD tiene la parte más fácil, aunque no sea la única en hacer los esfuerzos necesarios. Presentado en marzo de 2017, su socket AM4 se introdujo para acompañar el lanzamiento de los primeros procesadores Ryzen, basados en núcleos Zen. Cuatro años y medio más tarde, el socket AM4 no sólo sigue figurando en los "catálogos" de AMD, sino que es su principal soporte para las llamadas máquinas "de sobremesa". Así, lanzados en noviembre de 2020, los procesadores de la serie Ryzen 5000 siguen explotando este zócalo AM4, lo que permite mantener muchos componentes mientras se actualiza / repara la máquina. Pero la cosa va más allá, ya que dos fabricantes de placas base han dispuesto que algunos de sus productos puedan aceptar los procesadores de la serie Ryzen 5000 incorporando una nueva arquitectura de núcleos Zen 3.

Asus y Gigabyte han lanzado efectivamente nuevas BIOS para algunas de sus placas base basadas en el chipset A320. Lanzada a principios de 2017, la A320 solo estaba pensada para los procesadores Zen y Zen+, pero en los últimos meses, varios avispados habían conseguido modificar las BIOS para que funcionaran en dichas placas base: Asus y Gigabyte han validado de alguna manera el método. Ya es posible instalar el Ryzen más potente y reciente -el 5950X con sus 16 núcleos- en placas base pequeñas como esta Asus Prime A320-M K (en la foto), que se lanzó hace más de cuatro años y se vende por apenas 65 euros.