Sistemas de información empresarial: cómo encontrar la perla rara para gestionarlos eficazmente

Escrito por charon
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Este artículo es una traducción automática

Para las empresas, instalar y mantener sistemas de información sigue siendo una tarea compleja que requiere cierta pericia. Dependiendo de su tamaño, no siempre es posible disponer de un departamento dedicado. Pero que no cunda el pánico, existen proveedores de servicios expertos.

Disponer de herramientas digitales se ha convertido en una necesidad para casi todas las empresas, pero no siempre es fácil saber qué elegir y cómo instalar y mantener los servicios digitales, sobre todo cuando se trata de una PYME sin un departamento informático dedicado.

Querer hacer las cosas uno mismo si no se está versado en la materia puede ser una carrera de obstáculos, y es una buena forma de arriesgarse a sufrir un incidente técnico o incluso un hackeo.

Recurrir a los servicios de un profesional de la informática, las redes y las telecomunicaciones puede ayudarle a ver las cosas con más claridad a la hora de instalar nuevos servicios digitales y mantenerlos a lo largo del tiempo.

Su experiencia le ayudará a elegir los servicios adecuados (utilidad para la empresa, ámbito de uso, adaptación a las necesidades, seguridad, comunicaciones por internet/celular, etc.), instalarlos y hacer que funcionen de la mejor manera y con la mayor sinergia posible.

Elegir con conocimiento de causa entre una plétora de ofertas

Existeninnumerables servicios digitales a disposición de las empresas, y no siempre es fácil orientarse cuando no se está acostumbrado o no se tiene tiempo para profundizar en los arcanos del sector.

Desde la telefonía empresarial fija y móvil hasta los sistemas de videoconferencia, pasando por el acceso a internet, las herramientas de colaboración, incluido Microsoft 365, las infraestructuras en la nube con posible interconexión de sedes, así como la gestión de flotas de equipos, la ciberseguridad y la gestión de instalaciones, los sistemas de información empresarial pueden saturarse rápidamente, con el riesgo de verse desbordados.

El apoyo de expertos que estén al día de los últimos equipos y tecnologías contribuirá en gran medida a garantizar que las infraestructuras estén correctamente dimensionadas, supervisadas a lo largo del tiempo y aseguradas, al precio adecuado.

En el mercado hay muchas estructuras de apoyo de gran tamaño, o puede preferir una red de expertos a escala humana, a nivel local o regional, que pueden ser muy receptivos y trabajar estrechamente con los clientes para establecer una asociación estrecha y fructífera a lo largo del tiempo.

Por supuesto, el precio de los servicios ofrecidos es un factor, pero las PYME y las PYME harán bien en fijarse en la calidad del servicio y del seguimiento, la capacidad de reacción de los equipos para resolver problemas o abrir nuevos servicios, y la fiabilidad del soporte técnico (y su accesibilidad: teléfono, correo electrónico, mensajería, etc.) para no quedarse sin servicios informáticos durante demasiado tiempo.

Supervisión de la infraestructura: una elección que no debe tomarse a la ligera

Tener una visión clara de los problemas y dificultades comunicados a los servicios técnicos del proveedor de servicios para poder consultarlos rápidamente sin tener que recapitularlo todo en cada contacto será obviamente una ventaja.

Una vez instalados los servicios digitales, conviene poder controlar su calidad e incluir copias de seguridad periódicas de los datos. La actualización periódica de los sistemas de información es una buena garantía de ciberseguridad y un punto que a veces se descuida en los proyectos, aunque puede convertirse en una puerta fácil para que los piratas informáticos accedan a la red de la empresa y a sus datos sensibles.

Para las empresas que no disponen de un departamento informático propio, puede ser útil negociar servicios gestionados con el proveedor de servicios, que se encargará de gestionar la infraestructura, preferiblemente en el marco de un contrato único para evitar complejidades, pero con la condición de no depositar ciegamente su confianza en el proveedor de servicios y de vigilar de cerca los indicadores de calidad.