Cheyenne, uno de los superordenadores más potentes de 2016, sale a subasta

Escrito por Guillaume
Fecha de publicación : {{ dayjs(1714576141*1000).local().format("L").toString()}}
Síguenos en
Este artículo es una traducción automática

El Cheyenne, que sigue siendo el superordenador 160 más potente de la clasificación Top500 para 2023, está a la venta, pero cuidado con los costes "ocultos".

La vida es cruel en el mundo de los superordenadores. Aunque el Cheyenne no es tan viejo después de todo -la máquina no se puso en marcha hasta 2016 tras unos cuantos años de diseño-, parece que ya se habla de ponerlo a dormir, como demuestra la subasta organizada por la GSA y de la que informa Wccftech. La subasta durará unas horas más, pero de momento no está alcanzando nuevas cotas. Sólo estamos en algo más de 40.000 dólares, y aún no se ha alcanzado el precio de reserva.

GSA

Con una potencia estimada de 5,34 PFLOPS, el Cheyenne es un monstruo. Ocupó el 6º puesto en la clasificación Top500 en 2016 antes de caer gradualmente hasta el160º en la misma clasificación en noviembre de 2023, poco antes de que se tomara la decisión de ponerla a la venta. La máquina está construida en torno a procesadores Intel Xeon Broadwell E502697v4, con un total de 145.152 núcleos divididos en 4.032 nodos. Estos núcleos están asistidos en su tarea por la friolera de 313.344 GB de RAM DDR4-2400, ¡y estamos hablando de un total de 2016 servidores 1U dispuestos en 42 armarios! Por supuesto, una máquina así requiere una unidad de gestión imponente y un sistema de refrigeración colosal. Para lo primero, estamos hablando de nada menos que 26 servidores 1U con 10 conmutadores extremos y 2 unidades de alimentación de conmutadores extremos. En cuanto a la refrigeración, las cosas están menos claras, ¡pero estamos hablando de un sistema que consume casi tanta energía como el propio superordenador!

GSA

La cuestión del consumo energético y la refrigeración también forman parte de los motivos por los que se ha dado carpetazo al Cheyenne. Para los gestores de este tipo de superordenadores, es más rentable sustituir todo el sistema que seguir pagando una factura desorbitada, y ésta es sin duda la razón de la falta de éxito de la subasta del Cheyenne. Además del coste de la máquina en sí, hay que pensar en el transporte de una solución completa, que debe pesar más de 10 toneladas. También hay que asegurarse de que tal estructura pueda desmontarse y volver a montarse. El anuncio precisa de paso que esto debe hacerlo una empresa especializada y que el paquete no incluye ningún cable. Por último, hay que tener en cuenta la factura de electricidad que supone el funcionamiento de una máquina de este tipo. Algunas estimaciones hablan de 8 megavatios, divididos en 4 o 5 megavatios para el superordenador y 3 o 4 megavatios para el sistema de refrigeración. Al final, ¡vamos a pasar nuestro turno para hacer funcionar los servidores DriversCloud!