Si el regreso de Intel al mundo de las tarjetas gráficas dedicadas era muy esperado, el resultado parece haber decepcionado a los usuarios.
Desde el abandono del proyecto Larrabee en 2009 -pero que no se hizo oficial hasta 2010-, Intel se había centrado en el desarrollo de soluciones gráficas muy modestas, diseñadas para asociarse a las CPU de la marca, como iGPU(GPU integradas). Sin embargo, la compañía estadounidense nunca había renunciado del todo a la idea de volver al segmento de las tarjetas gráficas dedicadas y el anuncio de la arquitectura ARC se vio como una nueva esperanza para sacudir un mundo dominado por AMD y NVIDIA. ¿Podría un tercer actor provocar un renacimiento?
Las tarjetas gráficas ARC Alchemist -la primera generación que marcó el regreso de Intel- se comercializaron durante 2022 en algunos países del mundo, pero no fue hasta febrero de 2023 cuando los mayoristas y distribuidores francófonos las ofrecieron realmente. Desde entonces, se distribuyen los modelos ARC A380, A750 y A770 -el A580 no aparece por ninguna parte- y, aun así, es el A750 el responsable del grueso de las entregas. Las entregas no faltan, como se puede comprobar echando un vistazo a los principales minoristas de Francia: la tarjeta está en stock en casi todas partes.
El sitio web PC21.fr muestra incluso el estado de las existencias en tiempo real y se puede ver que las tarjetas están en cantidades interesantes, con 20 o 30 disponibles aquí. Y lo que es más interesante, la Intel ARC A750 Limited aparece incluso con más de 1.100 unidades directamente disponibles. La escasez vinculada a la pandemia del Covid-19 no nos tenía acostumbrados a semejante stock. Dicho esto, aunque nos alegramos de que los productos estén por fin en las estanterías, podemos preguntarnos por qué siguen a la venta tantas placas Intel mientras que las placas AMD o NVIDIA son menos numerosas. La respuesta es sencilla: no desaparecen.
Numerosas pruebas han demostrado que la ARC A750, en particular, no tiene por qué avergonzarse de la comparación con los modelos competidores de AMD y NVIDIA. De hecho, tiene una relación calidad/precio mucho mejor, pero Intel está pagando probablemente su caótica comunicación del último año. También está pagando sin duda su relativa falta de notoriedad en el sector gráfico. Por último, seamos realistas: Intel llega en el peor momento posible con tarjetas que se perciben como de una generación anterior, mientras que la inflación reciente empuja a la gente a priorizar sus compras. Una tarjeta gráfica sigue siendo menos importante que muchas otras cosas.
