Las tarjetas gráficas Arc A750 y A770 van con retraso, y mucho, pero no parece que se queden atrás en todos los aspectos.
Casi quince años después de la desafortunada cancelación del proyecto Larrabee, Intel vuelve al mundo de las tarjetas gráficas dedicadas. Un regreso que, evidentemente, al americano le hubiera gustado que fuera más triunfal o, en su defecto, más puntual. Los problemas se han ido acumulando, y con ellos los retrasos. En Europa, los más pequeños de la gama, los A380, acaban de salir al mercado y su disponibilidad es muy incierta. Y lo que es más vergonzoso, las tarjetas que Intel realmente pensó para los jugadores, la A750 y la A770, todavía no están en el mercado.
En cuanto al calendario, Intel parece haber resuelto por fin todos sus problemas y la compañía ha dado una fecha oficial para el lanzamiento de las tarjetas: el 12 de octubre de 2022. Sin embargo, este lanzamiento no solucionará todos los problemas y muchos jugadores ya se han alejado de las soluciones de Intel al conocer que la Arc Alchemist más potente estará a caballo entre la GeForce RTX 3060 y la GeForce RTX 3070. En otras palabras, no se tratará de tener una tarjeta capaz de competir con los mejores productos de AMD / NVIDIA cuando estos últimos ya están preparando la siguiente generación: la Radeon RX 7000 en RDNA 3 se presentará a principios de noviembre mientras que la primera de las GeForce RTX 4000 -la RTX 4090- saldrá a la venta el mismo día.
Algunos no se andan con rodeos y creen que Intel ya puede retirarse del mercado de las tarjetas gráficas. Esto sería un poco de salto. En primer lugar, ésta es sólo la primera generación de tarjetas gráficas dedicadas de Intel: no hay que pensar que podrá competir completamente con AMD y NVIDIA chasqueando los dedos; esto se producirá a lo largo de varias generaciones de GPU. Además, las tarjetas A750 y A770 ofrecen un rendimiento bastante decente y aspirar a una potencia igual o superior a la de la RTX 3060 no es ni mucho menos inútil: la mayoría de los jugadores de PC siguen estando mucho menos equipados. Todos sabemos que las tarjetas de gama alta son sólo para una proporción muy pequeña de jugadores.
Por último, y aquí es donde sin duda se decidirá el futuro de los Arc A750 y A770, queda por ver qué precios exactos pondrá Intel en Europa. En cuanto a Norteamérica, la compañía lo está haciendo bastante bien con el Arc A750 a un precio de 289 dólares. El Arc A770 Limited Edition de 8 GB tiene un precio de 329 dólares y su hermana mayor con 16 GB de memoria de vídeo es sólo 20 dólares más cara, a 349 dólares. Precios que situarían a la A770 de 16 GB entre la GeForce RTX 3060 (380 dólares) y la Radeon RX 6650 XT (330 dólares). Esto permite a Intel decir que su relación rendimiento/precio es más interesante que la de NVIDIA. Una afirmación que necesita ser verificada en pruebas independientes, pero que despierta la curiosidad.
