Cuando hasta un peso pesado de los videojuegos puede sufrir la desafección del público.
Si hay una empresa de videojuegos que no necesita presentación, esa es Blizzard. Famosa por sus exitosas franquicias -Warcraft, Starcraft, Diablo- y por estar detrás de uno de los juegos de rol multijugador masivo más exitosos -World of Warcraft-, Blizzard ha lanzado más recientemente títulos como Hearthstone y Overwatch que, a su manera, han contribuido a continuar su leyenda. Sin embargo, no todo es tan color de rosa en el seno de la empresa californiana.
En efecto, desde hace tres años, Blizzard parece llegar a un público cada vez menos numeroso. A primera vista, la cifra de 27 millones de jugadores que se conectan cada mes a un título creado por el estudio es un rendimiento bastante bueno, incluso muy bueno. En realidad, enmascara un descenso observado trimestre tras trimestre desde hace tres años por VideoGameChronicle. Durante el primer trimestre de 2018 se habló de 38 millones de jugadores conectados cada mes. Un año después, había "solo" 32 millones, una cifra que se mantuvo estable hasta el primer trimestre de 2020, pero que ha retomado su descenso con "solo" 27 millones de jugadores en el primer trimestre de 2021. Al final, en tres años, estamos hablando de una caída del 29% de su audiencia.
Un título como Overwatch no ha conseguido frenar este declive, como tampoco lo ha hecho la última expansión de World of Warcraft -Las Tierras Sombrías- o el lanzamiento de World of Warcraft Classic. Más vergonzoso aún es que este descenso se produzca en un momento en el que la situación sanitaria ha tendido a impulsar a las empresas de videojuegos. La pregunta ahora es si este declive es inevitable o si futuros proyectos prometedores como Diablo IV u Overwatch 2 podrán frenar la tendencia. Sin embargo, ambos proyectos están aún lejos de ser comercializados: Se espera que Diablo IV llegue bastante después de Diablo II Resucitado, en el mejor de los casos en algún momento de 2022, y Overwatch 2 podría aterrizar un poco antes, pero con poca certeza.
