La llegada de la computación cuántica podría comprometer fácilmente nuestros datos personales, incluso cuando están protegidos por un cifrado fuerte o una VPN. Explicaciones.
Según un estudio de ExpressVPN, el cifrado de datos tal y como lo conocemos podría enfrentarse pronto a un gran peligro: la computación cuántica.
El cifrado, un método utilizado desde la Antigüedad
Los mensajes cifrados siempre se han utilizado para transmitir información sensible. Por ejemplo, los espartanos utilizaban la guadaña, un palo de madera, para leer o escribir mensajes cifrados. En la antigua Roma, el código de César permitía al emperador cifrar su correspondencia. Y no olvidemos el telégrafo, la máquina Enigma y el famoso manuscrito Voynich, cuyo misterio sigue sin resolverse a día de hoy.
Hoy en día, en la era digital, son las VPN las que nos protegen. Una VPN (Red Privada Virtual) actúa como un túnel, garantizando una navegación segura y privada por Internet y cifrando los datos personales. Sin embargo, los ordenadores cuánticos podrían ser capaces de descifrarlas.
La informática cuántica, un riesgo muy real para nuestros datos personales
Con una potencia de cálculo sin precedentes, los ordenadores cuánticos podrían poner en peligro nuestros actuales métodos de cifrado.
En un ordenador convencional, los cálculos se realizan en bits, códigos formados por 0s y 1s. Un ordenador cuántico utiliza qubits, es decir, 0s, 1s y valores intermedios. Según los fundamentos de la física cuántica, una partícula que no se puede observar puede estar en varios lugares y varios estados al mismo tiempo: es lo que se conoce como "superposición de estados". Esto es lo que hace que los cálculos sean mucho más rápidos, porque los 0 y los 1 se superponen en los qubits.
Por ello, los investigadores trabajan ahora en la "criptografía cuántica", que explota los principios de la mecánica cuántica en lugar de las matemáticas, como en la criptografía clásica.
Sin embargo, ante el peligro, los expertos quieren anticiparse e ir más allá. También intentan desarrollar algoritmos de criptografía "post-cuántica". Se supone que éstos podrán proteger los datos sensibles contra los ataques de los ordenadores cuánticos.
